La novedosa herramienta tecnológica supone un cambio radical en las formas de trabajo, al igual que una oportunidad para los jóvenes que deseen especializarse en tecnología.
Los avances tecnológicos han sometido a las diferentes empresas a la regla del pragmatismo: quien no se adapta a las tendencias y nuevas herramientas, corre el riesgo de ser opacado por la competencia. Uno de los grandes cambios en las dinámicas laborales —y aún con un mundo por desarrollar— es la inteligencia artificial (IA), la que es cada vez más común en los diferentes rubros del aparato productivo nacional.
Recientemente, se publicó el Estudio Talento Digital en el Perú 2023, realizado junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) y MIDE Development; el cual indicó que el 37 % de las empresas en el Perú recurren a la inteligencia artificial en sus procesos de producción.
Según el informe, el sector de banca y finanzas es el líder absoluto en cuanto a usar la IA se refiere. Dicho campo se beneficia de esta para mejorar sus operaciones y servicios. Asimismo, esta novedosa herramienta ha encontrado otro socio en el ámbito de retail y consumo masivo, usando la IA para personalizar la experiencia de compra de los usuarios, gestionar inventarios de forma eficiente y optimizar los procesos de logística.
Aunque de forma diferente, el sector minero —con lo que este implica en la economía nacional— ajusta la IA a su beneficio, usándola para mejorar la extracción de recursos, el mantenimiento de maquinaria y la seguridad en las minas. De igual manera, la agricultura y la salud son campos que recientemente incurren en la IA: el primero la utiliza para que brinde soluciones tecnológicas que permitan un mejor análisis de los suelos, predicción del clima y monitoreo del cultivo; mientras que el segundo obtiene diagnósticos más precisos y gestión hospitalaria. Cabe recordar que la gestión de la IA en estos campos es apenas inicial.
La cada vez más recurrente implementación de la inteligencia artificial ha traído tanto beneficios como complicaciones. Las empresas tienen inevitablemente que contratar profesionales en tecnología que tengan la capacidad de regular, controlar y arreglar cualquier inconveniente en el sistema. No obstante, no hay suficientes profesionales en el país que cuenten con una formación digital que les permita acceder a estos puestos laborales.